Elicio Martínez Corcuera, artista plástico surrealista vive su pasión, la pintura y nos cuenta su experiencia en primera persona
«Me defino como surrealista, lo que he tratado de representar en mis obras, de una forma soterrada y simbólica he representado mis vivencias mis sucesos y todo lo que me acontece espiritual y físicamente.»
Elicio tiene 65 años, hace aproximadamente 3, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por varias hernias, ahí comenzó el calvario. Lo que iba a ser una intervención habitual derivó en una paraplejia completa. A día de hoy, sigue inmerso en un procedimiento judicial para reclamar daños al hospital, por la negligencia médica.
Este proceso provocó una incapacitación laboral, Elicio era delineante y se vio obligado a dejar su profesión. Además es pintor, expone y vende sus cuadros. Se plantea aumentar la movilidad de su cuerpo y la elasticidad ya que lleva años sin recibir rehabilitación, desde su alta en el Hospital de parapléjicos de Toledo.
La vida de Elicio nunca fue fácil, a los dos años fue diagnosticado de Polio, afectándole a las extremidades inferiores y necesitando para poder moverse, un aparato ortopédico. Su vida diaria era complicada en su Medina natal: “Aunque los niños eran crueles nunca me he dejado avasallar, mi familia no me ha mimado y ese ha sido lo mejor”, nos cuenta. La enfermedad no impidió que Elicio realizase actividades deportivas como piragüismo, natación, carreras de coches…
Elicio supo pronto cuál era su pasión y cursó Bellas Artes en Madrid, pese a que su familia no lo entendía, lo acabaron aceptando. También estudió interiorismo y peritaje, no destacaba por ser un gran estudiante, pero esa carencia se compensaba sobradamente con una perseverancia a prueba de bombas.
Cuando sus hijos se emanciparon se trasladó a Santander, ahí fue cuando comenzó a sufrir un dolor similar al de la ciática. En el Hospital Valdecilla, tras varias pruebas le dijeron que tenía un disco muy deteriorado y le tenían que operar o podía quedar postrado en una silla de ruedas. Paradójicamente en la operación algo salió mal, el médico le dijo que había realizado miles de esas operaciones y nunca había pasado nada…”pero a mí me pasó, me jorobaron, no reaccioné, lo tengo denunciado – y esto es muy importante recalcarlo – a petición del propio médico”.
«Tenía endiosado a Dalí y resulta que era humilde.»
Artísticamente se define como amante del surrealismo: “Lo onírico está muy presente en mis cuadros, ambiciones o ilusiones que plasmas de forma simbólica, la realidad como a ti te gustaría o los deseos” nos dice. Dentro de esa corriente pictórica un nombre destaca sobre el resto para Elicio: “Siempre me ha maravillado la obra de Dalí, me identifico con él” además, nuestro protagonista pudo conocer al genio de Figueres, “le conocí a través de un amigo cuando tenía 19 años, nos llevó a su casa sin decirnos nada, fue una gran sorpresa, yo era un forofo total…cuando le ví me entró una emoción…era muy atento, sencillo, sin paripés, muy normalito, muy cordial” declaró.
Dentro de la obra del artista catalán, hay una pintura por la que Elicio siente predilección: “Me encanta el Cristo de Dali lo he pintado muchas veces, lo volveré a pintar”.
Aunque Dalí le inspira a pintar, reconoce que las palabras de Picasso son ciertas “la inspiración te tiene que pillar delante del caballete”.
La pintura además, es parte de su tratamiento, de tal forma que la psicóloga del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo le está apoyando y grabando videos con sus obras. Incluso le vendió el cuadro de la que considera su mejor obra: ‘El poder de la lectura’.
Elicio fue entrevistado por Cristina Alonso, trabajadora social de COCEMFE-Cantabria, y en la actualidad está esperando para ser atendido por nuestro servicio de fisioterapia ya que no ha vuelto a recibir este apoyo tan fundamental para los enfermos crónicos. Desde el Servicio Cántabro de Salud nos lo derivan ante la imposibilidad de atenderle y no haber un empeoramiento de su situación clínica.
