Franck Dubosc retrata la discapacidad con optimismo en la película «Sobre ruedas»

Fuente: eldiario.es

Tras el éxito en Francia con más de 2,4 millones de espectadores llega a España «Sobre ruedas», una comedia romántica que trata la discapacidad desde el optimismo: «Hay que aceptar las diferencias y mirar el interior de las personas», afirma su director, Franck Dubosc, en una entrevista con Efe.

Conocido por sus diversos papeles en comedias francesas como la trilogía de «Camping» o «Incógnito», el actor Frank Dubosc (Le Petit-Quevilly, 1955) ha decidido dar un salto a la dirección con «Sobre ruedas», una comedia romántica que también protagoniza, junto a la actriz Alexandra Lamy.

«Desde hace mucho tiempo tenía la idea de dirigir. Siempre decía que cuando encontrara una historia que mereciera la pena contar me pondría manos a la obra», asegura el realizador, que confiaba en que para poder contar «lo que él tenía en la cabeza», tenía que ser él quien la dirigiera.

«Sobre ruedas», que se estrenará en España el próximo viernes, cuenta la historia de Jocelyn (Dubosc), un exitoso empresario de edad madura, mujeriego y mentiroso compulsivo que, para seducir a una joven, finge necesitar una silla de ruedas, hasta el momento que conoce a la hermana de ésta, Florence (Lamy), que realmente tiene una discapacidad y depende de una para moverse.

En ese momento, Jocelyn y Florence comienzan a conocerse mejor y se crea entonces «un juego de seducción» pero también de mentiras, ya que Jocelyn no es capaz de reconocer la verdad y ser sincero con Florence.

«Mi personaje tiene una discapacidad mayor que la de ella», afirma Dubosc, que asegura que al principio su personaje no es capaz de mirar el interior de la chica hasta que la va descubriendo «poco a poco» y comienza a enamorarse.

El director opina que a menudo «la mayor discapacidad es la mirada de otros» y por ello quería contar una historia de amor pero que tuviera este elemento, ya que mucha gente lo primero que ve «es la diferencia física antes que el interior de la persona».

Dubosc no quiere ser hipócrita y reconoce que a él también le pasa a veces por lo que la película también le sirve para «redimirse» y aunque no trata de dar lecciones, opina que el mensaje que plantea es «aceptar e incluso amar las diferencias» y ver la discapacidad desde un punto de vista «optimista».

«Mucha gente me ha felicitado por conseguir transmitir realmente un tema como este sin caer en la burla, pero realmente no he sido consciente de haberlo hecho así a propósito», afirma el director, que asegura que es muy «benevolente» y no quería «herir a nadie», aunque prefirió hacerla sin pensar demasiado porque si hubiera sido «más cuidadoso» no hubiera sido una película «sincera».

Sin embargo, la movilidad o la silla de ruedas no es lo único en lo que se diferencian los protagonistas, ya que mientras que Jocelyn es un hombre machista, poco sensible y manipulador, Florence es una luchadora, sensible y valiente, con muchas inquietudes y «varias sorpresas».

«Interpretar a Florence fue verdaderamente un desafío y una responsabilidad, porque quería que desde el primer momento fuera un personaje creíble», afirma Lamy, que asegura que entrenó y trabajó mucho con la silla de ruedas y en escenas que requerían un gran esfuerzo, como por ejemplo cuando juega al tenis.

«No quería que me doblaran en las escenas de tenis. Jocelyn se enamora viendo a Florence jugar a al tenis y creo que el público también se enamora poco a poco de esta mujer. Eso no sería posible si yo estuviera doblada, por lo que era importante entrenar mucho», añade.

Trabajó junto a los maquilladores y peluqueros para que «pusieran en valor la parte superior del cuerpo» y mostraran a una mujer sonriente y radiante, que a pesar de haber sufrido y llorado mucho había conseguido «superar las adversidades».

«Para mi personaje, tener una historia de amor es muy importante porque para una mujer con discapacidad muchas veces es difícil encontrar a alguien», reconoce Lamy y asegura que su personaje es «lo bastante inteligente y fuerte» como para controlar la situación.

José Carlos Rodríguez.

 

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