La nueva residencia para personas con discapacidad de la Fundación Asilo abrirá sus puertas en septiembre.
Con la ejecución de este proyecto, que incluye la construcción de dos edificios (90 apartamentos tutelados y un centro de día con talleres ocupacionales), muchas familias de personas con discapacidad ven atendida una vieja aspiración.
La obra de los 90 apartamentos tutelados ya ha finalizado y el edificio está siendo amueblado. En el otro inmueble, el de centro de día y talleres ocupacionales, se ha entrado en la fase de remates y los trabajos finalizarán durante este mes de agosto. Lo mismo ocurre con el paso subterráneo que unirá ambos edificios y la sede principal de la Fundación Asilo, que se encuentra a pocos metros. Los remates incluirán la remodelación del patio del centro de educación especial Fernando Arce, también de la Fundación.
La ejecución de este ambicioso proyecto, uno más de la institución benéfica, se desarrolla en la denominada ‘Finca del Asilo’ y se inició en mayo de 2014. Tres meses después se colocó la primera piedra, acto presidido por las primeras autoridades regionales y locales, que destacaron la importancia de la obra. Los trabajos se han desarrollado con normalidad, si bien fue necesario reforzar los cimientos ante la proximidad del arroyo Sorravides.
Otro gran proyecto de la Fundación, la residencia para discapacitados Teodosio Herrera, destinada a las personas afectadas por una minusvalía sobrevenida (adquirida después del nacimiento), está en marcha desde 2014. El centro residencial, que supuso una importante ampliación de las dependencias de la Fundación, fue inaugurado con asistencia de autoridades autonómicas y locales, residentes y familiares, miembros del Patronato de la Fundación y trabajadores.
Las instalaciones incluyen nuevos velatorios, aparcamiento subterráneo y ascensores panorámicos, entre otros servicios, y también permitieron atender una vieja aspiración de la institución benéfica. Los trabajos se llevaron a cabo en un solar situado entre las calles Fernández Vallejo y Pintor Modinos, junto al complejo del Asilo. La residencia lleva el nombre del sacerdote Teodosio Herrera, uno de los principales impulsores de la entidad, y dispone de 45 plazas.
La Fundación Asilo celebró en 2010 su 125 aniversario. La institución nació con las aportaciones de los vecinos para acoger a personas mayores que, por carecer de medios económicos, estaban abocadas a la indigencia. Más de siglo y cuarto después, es un emblema social y así se reconoció con la entrega de la Medalla de Oro de la ciudad.
