Miguel Ángel Fernández: «El Observatorio de Accesibilidad está para que las empresas nos consulten»

Entrevista a Miguel Ángel Fernández, voluntario de COCEMFE Cantabria, en el Diario Montañés

Miguel Ángel Fernández (Santander, 1973) nació con una enfermedad neuromuscular no identificada. Aún así, intentaba seguir el ritmo de sus amigos y compañeros de clase hasta que, en el instituto, «subir las escaleras se convirtió en un reto». Finalmente, en 2009 terminó moviéndose en una silla de ruedas, lo que le ha llevado a apreciar tanto los espacios como su accesibilidad. Cocemfe le ha ayudado en muchos sentidos y él también intenta hacer lo propio, a través del voluntariado. Colabora con el programa ¡Hacia delante!, financiada por la Fundación ‘la Caixa’ y el Observatorio de Accesibilidad. En este terreno «aún queda camino por andar. El Observatorio está para que nos consulten, pero les cuesta mucho».

-¿Cómo llegó a hasta Cocemfe para ser voluntario?

-Debido a mi miopatía, me uní a la Asociación Cántabra de Enfermedades Neuromusculares (Asemcan) que forma parte de Cocemfe-Cantabria desde 1998. Desde el principio participé y colaboré en las actividades de la Federación que podía y me dejaban mis estudios, primero, y mi trabajo, después. Ahora estoy jubilado. Hace ocho años tuve que solicitar la incapacidad absoluta debido a que mi enfermedad neuromuscular empeoró y no me permitía aguantar una jornada laboral. Desde entonces soy voluntario.

-¿En qué consiste su trabajo?

-Soy voluntario de la campaña de educación ‘Rompiendo Barreras’ que desarrolla Cocemfe con los centros de educación de toda Cantabria. Los voluntarios les contamos a los participantes cómo es nuestra vida y les ponemos ante distintas situaciones de movilidad. Luego, ellos tienen que realizar ese recorrido en una silla de ruedas. También soy voluntario del Observatorio de la Accesibilidad, junto con otros compañeros y una técnico, responsable del equipo.

-Dentro del Observatorio de Accesibilidad de Cocemfe, ¿cuál es su función?

-Los voluntarios colaboramos de muchas maneras, realizamos desde propuestas para mejorar las leyes en materia de accesibilidad, hasta rastreos por los municipios de Cantabria, identificando tanto las malas como las buenas actuaciones en accesibilidad. Todo ello se materializa en un informe que se entrega a los ayuntamientos. También ayudamos en cualquier tema de accesibilidad a toda persona, entidad privada u organismo público que los solicite.

-¿Cree que las administraciones, o incluso las empresas privadas, aprovechan lo suficiente este servicio que ofrecen de manera gratuita de asesoramiento sobre la accesibilidad?

-Para nada. Por desgracia, a día de hoy todavía hay muchas obras, tanto privadas como públicas, en las que la accesibilidad es un mero trámite que hay que cumplir para quedar bien, sin pensar si la obra de accesibilidad sirve para algo o es inútil. En el Observatorio componemos un grupo de varios voluntarios con distintos tipos de discapacidad física que podemos aportar mucho para que cualquier actuación, en materia de accesibilidad, ya sea urbanística, del transporte o de la comunicación, sea lo más eficiente posible. Además, hay una técnico que, con una gran profesionalidad y empatía, realiza informes y proyectos completos y detallados.

-A través de su discapacidad puede constatar de primera mano las barreras a las que se enfrenta cada día su colectivo.

-Al tener una discapacidad progresiva he pasado de andar con dificultad a usar una silla de ruedas a motor. Esto, y que soy un poco observador, me permite identificar muchas carencias en accesibilidad aunque no las sufra.

-¿Cree que la concienciación de la sociedad e instituciones ha tomado un camino incorrecto?

-Se dan situaciones paradójicas. Hay servicios que, porque una persona tenga una discapacidad, no paga; o el precio es reducido aunque el que vaya en silla de ruedas sea millonario. Desde mi punto de vista, son medidas de discriminación positiva injustas. En esos mismos lugares en los que te dan el acceso de manera gratuita, sin embargo, en muchos, la accesibilidad es insuficiente o no funciona.

-El transporte público también tiene una deuda pendiente con ustedes. Tiene un campeonato en Alicante, junto a otros tres compañeros. Sin embargo, les es imposible ir todos juntos en el tren directo que sale desde Santander.

-En el transporte es donde más dificultades tienes si vas en silla de ruedas. Este año, cuatro compañeros queremos ir al Campeonato de España de Eslalon en Silla de Ruedas, si conseguimos marca para ello. Es en Alicante y hay tren directo, pero solo hay una plaza para silla de ruedas por tren y un solo tren al día. Así que tendríamos que ir con días de antelación, cada uno por su cuenta, un día distinto. Y lo mismo para volver, con lo que en vez de los dos días que dura el campeonato, habría que estar unos cuatro días antes o más. Tenemos la suerte de que en Cantabria hay un servicio magnífico de taxi, con una furgoneta para cuatro sillas, el cual hemos usado otras veces y el conductor es una gran persona, muy atenta.

Fuente: El Diario Montañés

Valora de 1 a 5
Ir al contenido